Natalia Torices, más conocida como la 'Reina de la Burundanga', habría engañado a una familia para que le dieran más de 200.000 euros aduciendo que padecía un supuesto cáncer. Sin embargo, comenzaron a sospechar ante la ausencia de síntomas y, presuntamente, la joven habría envenenado con escopolamina al padre y a una de las hijas.

Natalia llegó a publicar en sus redes sociales un mensaje por Navidad celebrando que había superado el cáncer, según ella, después de más de dos años. "Curiosamente, sin darse ningún tratamiento, publica en redes sociales que está definitivamente curada y que se ha producido el milagro", ironiza la abogada de las víctimas Inés Díaz.

La letrada solicitó un informe forense que concluyó, tras la revisión de su historia clínica, que había una "total ausencia de síntomas, resultados analíticos y de pruebas diagnósticas, y signos clínicos que hagan pensar en la existencia de patología tumoral de cualquier tipo". La familia confirmaba así sus sospechas: la presunta estafadora nunca tuvo cáncer.