Ángel Ruiz fue uno de los investigados por el asesinato de la familia Barrio, asesinados en su propia casa en 2004, tras haberse determinado que pintó en el panteón familiar insultos como 'cabron' o 'hijo de puta'. Es un vecino de la Puebla de Bureba desde que tenía 18 años, percibe una pensión y tiene una discapacidad del 60%.

En el registro de su casa, la Policía no encuentra nada de valor, pero sí algo curioso: "Se encontraron unos recortes de periódico que probaron su obsesión con el caso cuanto menos. Estaba obsesionado con el triple crimen y guardaba recortes de prensa del caso desde que se cometieron los asesinatos hasta tiempo después", indicó a Equipo de Investigación un periodista del Diario de Burgos en 2022.