Viajamos a Vietnam, el segundo productor de café del mundo, después de Brasil. Aterrizamos en la región donde más se cultiva, donde nos recibe un representante del régimen comunista, quien tiene la orden de seguirnos de cerca durante los cinco días que estamos autorizados a grabar. Visitamos una plantación, donde un recolector confiesa que cobra lo equivalente a 200 euros al mes, y que tiene una familia de cinco miembros.

Además, visitamos una empresa, propiedad del Gobierno vietnamita, accede a mostrarnos cómo procesan el café. Hasta 70 personas trabajan en esa fábrica, soportando temperaturas cercanas a los 40 grados. Allí, conseguimos hablar con una trabajadora, quien cuenta que lleva 12 años trabajando en la empresa y que cobra, al igual que el recolector de café, 200 euros al mes. Sin embargo, la empresa estatal para la que trabaja vende su café a 75 países y factura más de 220 millones de euros al año.