En la central de Twitter, 160 empleados deben hacer el trabajo que hacían 800 antes de que Elon Musk comprase Twitter. Incluso se hace viral la imagen de una trabajadora durmiendo en un saco de dormir en la sede de Twitter. "La que lo comparte se ha acabado haciendo una de las personas de mayor confianza de Musk en Twitter", afirma Mario Escribano, periodista de 'El Confidencial'.

"Cuando tu equipo está presionado las 24 horas del día para cumplir con los plazos, te toca dormir donde trabajas", señala un trabajador en un tweet, que pone el hashtag "#SleepWhereYouWork". "El propio Musk, según él ha contado, se quedaba a dormir también en la sede de Twitter hasta que reflotara un poco la situación", subraya Escribano, quien añade que "incluso han instalado lavadoras para que los trabajadores puedan lavar la ropa sin salir de la oficina". "Es algo muy chocante, sobre todo, por la fama de los empleadores que tienen todas las tecnológicas", expresa el periodista de 'El Confidencial'.

A su llegada a la compañía, Elon Mask ya envió un correo electrónico a toda la plantilla anunciando que tendrían que "trabajar muchas horas y con alta intensidad", y advirtió de que solo los que mostrasen un "desempeño excepcional" pasarían el corte. Algunos trabajadores subieron a la red sus últimos minutos en la empresa, que puedes ver en el vídeo principal que acompaña a esta noticia.