"El padre del niño pagó un dinero de fianza, en total 3.500, y el resto se tenía que pagar el día del evento", detallaba María Suárez, propietaria del establecimiento víctima del simpa grupal más multitudinario de la historia de nuestro país, a Equipo de Investigación.

Hasta ahí, todo en ese bautizo parecía normal, aunque hubiera cosas que le llamaron la atención a la hostelera. "Había que poner una botella de whisky desde el principio de la comida en la mesa. Se acaba una y poner otra", era una de las peticiones de los clientes. De hecho, la factura rondaba los 4.000 euros "solo en bebida". El menú, sin embargo, no se distinguía demasiado de lo usual en este tipo de celebraciones, aunque también era abundante.

Las 200 personas que acudieron al evento pudieron disfrutar de un menú que incluía un primero "a base de embutidos" y una ensalada; un segundo de "merluza a la romana con patatas al vapor" y un tercero de "carne a la brasa con un chorizo criollo y patatas", además de tarta y bebidas, además del ya mencionado whisky a placer.

Tras todo un día de fiesta, como podemos ver en este vídeo que la denunciante facilita a Equipo de Investigación, bien entrada la noche llegó el momento de los fuegos artificiales, ocasión que todos aprovecharon para salir del local y marcharse sin pagar. "Al verlos fuera, el encargado salió corriendo y ya estaban todos metidos en el coche. Yo creo que parte de ellos estaban compinchados", aseguraba la hostelera.

"No se pueden hacer fiestas a todo trapo y cargar el mochuelo a los demás, que vivimos de trabajar", denunciaba María.

(*) El contenido al que hace referencia este artículo pertenece a un programa de Equipo de Investigación emitido el 6 de octubre de 2023.