En el departamento de Neuropsicología del hospital Sant Pau estudian la adicción a la sal. Para ello, los investigadores utilizan dos simples caldos -uno con y otro sin el mineral-. Observan qué regiones se activan en el cerebro cuando las personas los consumen.

Los investigadores señalan que tomar sal activa estructuras cerebrales que tienen que ver con el placer. "Estas zonas se activan cuando anticipamos cualquier suceso que nos gusta. Sabemos que lo vamos a disfrutar, es decir, no solo cuando recibimos lo que nos gusta, sino también cuando anticipamos que algo va a suceder", explican los expertos.

¿Qué otras sustancias actúan de la misma forma en nuestro cerebro? "Encontramos drogas como la cocaína, o incluso el sexo... Para nuestro cerebro la sal es buena, demasiado buena, la cocaína es buena. No quiere decir que sean análogas, pero sí que participan dos procesos bastante parecidos", aseguran.