19 años después de la desaparición de Aurora Mancebo, los investigadores siguen buscando pruebas que incriminen al principal sospechoso: Edgar. Un testigo aseguró que les vio juntos la noche que se perdió el rastro de Aurora y un amigo de Edgar confesó a la Policía que le había contado que había ocultado su cuerpo.

Además, los análisis del coche de Edgar han demostrado que había dos manchas de sangre en su asiento delantero. Sin embargo, no pueden determinar la procedencia ni encontrar ADN porque lo encuentran un año después de la desaparición de la víctima, según ha explicado el criminólogo Víctor Rodríguez. El sospechoso lo explica argumentando que tuvo dos accidentes y que la sangre era suya. Además, encuentran dos manchas de semen que sí se identifican con Edgar. En el vídeo principal de esta noticia, Rodríguez hace un análisis exhaustivo de las pruebas.