Con la subida del precio de los coches nuevos y el retraso en las entregas, Luis Miguel Rodríguez, también conocido por ser 'el rey de la chatarra', tiene una media de 3.000 clientes cada día. Para ver la inmensidad de su negocio, el más grande del mundo, nos hace una visita guiada por algunas de las naves en las que se exponen las piezas que vende.

"Esto está como un supermercado, expuesto por marcas y modelos", destaca la reportera del programa, quien le pregunta cuánto factura con este negocio con el que fue pionero en España. "No lo sé, habría que preguntar a contabilidad", responde él, que solo sabe responderle el número de trabajadores que tiene a su cargo: "Unas 400 personas".