El control de los contenidos se ha convertido en el gran desafío de TikTok, que contrata a una empresa externa que revisa todo su material, con sus oficinas en Barcelona. Equipo de Investigación viaja hasta allí e intenta hablar con un responsable, pero la empresa envía un correo al programa en el que alega "políticas de confidencialidad" que le impiden participar.

Pese a ello, el equipo consigue entrevistar días después a dos moderadores de contenido de Tiktok, que sin embargo rechazan mostrar ante las cámaras el programa con el que trabajan: "No te lo puedo mostrar por la privacidad de los clientes", esgrime uno de los empleados. Preguntado qué se juega si llegara a enseñar esa información, responde así: "El despido, seguramente".

En el vídeo que ilustra estas líneas los moderadores detallan en qué consiste su trabajo, qué contenidos filtran y algunos de los más duros que se han encontrado.