Clara pertencía a la orden religiosa del Palmar de Troya cuando veraneaba en un pueblo de Sevilla junto a su familia. Ya excomulgada, regresó a la Iglesia 'palmariana' a recuperar a su hermana, que se quedó allí como monja y desde entonces no sabía nada de ella. Equipo de Investigación la acompañó en 2016.

"Son 16 años sin verla. Quiero saber que está viva", aseguró tras afirmar que quería escuchar cual era su voluntad. Su hermana era la única miembro de la familia que aún era fiel a la orden religiosa. Entregó su vida a la clausura y hasta cambió de nombre de Isabel a María Verónica.

Su hermana no sale de la basílica desde que entró en la orden, hacía 20 años. Clara culpa a la iglesia palmariana de tener retenida a su hermana. Pero ni los fieles que fueron sus amigos la ayudan en su camino: "Clara, vete ya. No se puede hablar contigo, eres apóstata". Puedes verlo en el vídeo principal de esta noticia.