Equipo de Investigación analiza lo que se conoce como la generación de 'pornonativos', jóvenes cuya única educación sexual es el porno.

En España uno de cada tres adolescentes accede a través de Internet y de forma gratuita. Además, el móvil ha disparado el consumo de una industria que genera 83.000 millones de euros al año a nivel mundial.

Equipo de Investigación lleva a cabo un experimento con un grupo de padres buscando en Google términos que para los más pequeños pueden despertar la curiosidad. Al escribir palabras como 'culo', descubrimos que todos los resultados obtenidos tienen que ver con pornografía. ¿Debe el porno ser una base de la educación sexual? Los padres lo tienen muy claro: no.

El programa presentado por Gloria Serra revela cómo ha cambiado el contenido de los videos pornográficos. Tras el franquismo llegaron a España los primeros contenidos pornográficos. Al principio eran revistas y ya en 1984 comenzaron a abrir las primeras salas de cine x.

Ahora, los contenidos pornográficos cada vez son más cortos y violentos. Entre los más vistos y demandados están, por ejemplo, "Cuatro hombres raptan y violan a una chica" o "Padrastro abusa de su hija y de sus amigas", con más de 225 millones de visitas.

Para conocer de cerca cómo es el mundo del porno, Equipo de Investigación se cuela en el rodaje de una escena x. Lo hace después de hablar con un director que explica que resulta clave diferenciar entre la realidad y la ficción. Por su parte, una actriz porno revela que en ocasiones ha tenido problemas en su vida privada precisamente porque la gente no sabe diferenciar.

Sara, una 'webcamer' porno, relata en el programa cómo es su trabajo, cuál es el perfil de sus clientes y qué es lo que más le piden. Lleva ocho años produciendo su propio contenido y ha conseguido que más de 200.000 usuarios la sigan.

En Madrid, Equipo de Investigación se adentra en un burdel de muñecas donde se puede practicar sexo con ellas pagando 60 euros la hora. Sus responsables relatan que los clientes van mucho a primera hora, antes de trabajar, y que cuentan con un total de siete muñecas y dos habitaciones.

El porno mueve millones de euros y así lo demuestra una empresa de Sevilla que se encarga de fabricar réplicas de vaginas de actrices porno. En total, vende unas 2.000 al día, que le suponen unos ingresos de 13 millones al año.

Precisamente, el porno ha cambiado la forma de ver la realidad y en el intento por tener cuerpos similares a los que aparecen en las escenas x, hay quienes se atreven a pasar por el quirófano. De hecho, los expertos advierten de un posible aumento de operaciones genitales que podría estar relacionado con el consumo de pornografía. Entre las intervenciones de este tipo más demandadas está la labioplastia o ninfoplastia.

El consumo de porno se ha terminado convirtiendo en una adicción para algunos adolescentes. Equipo de Investigación ha hablado con varios de ellos que reconocen que se iniciaron muy temprano y que apenas han tenido educación sexual más allá de la que han encontrado en las escenas x.