David Guerrero, conocido como 'el niño pintor' en Málaga, poseía grandes dotes para la pintura, pero, en la primavera de 1987, desaparece. La policía le buscó en varios países e incluso, se trasladó a Lisboa para identificar a un niño con las mismas características físicas y de edad parecida pero se descartó que se tratara de él.

Sin embargo, Juan Antonio O'Donell, exinspector de Policía que participó en la investigación, señalaba que había una pista que no se pudo agotar por distintos escollos que fueron surgiendo. Esta les llevó a sospechar de un señor suizo que se hospedaba en un hotel de Málaga y que podría tener la clave de la desaparición de David Guerrero.

En el Hotel Los Naranjos, trabajaba una camarera que, en la mesa de la habitación de ese señor, encontró una servilleta donde estaba escrito el nombre del niño desaparecido y su barrio. Además, una compañera de colegio de David, Gemma Ramos, contaba que, el día de su desaparición, este le regaló la caricatura de un hombre, que el expolicía relaciona con el ciudadano suizo por sus coincidencias físicas: "Estoy convencido".

Aunque O'Donell confiesa que tuvieron "muy mala suerte" en la investigación, pues no conocieron los datos de la servilleta hasta pasados tres años y solo se pudieron investigar las pertenencias y el entorno familiar de este hombre en Suiza porque murió en Marruecos y las autoridades marroquíes no autorizaron esta investigación.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2017.