'El Yeyo', un joven andaluz que empezó como piloto de lanchas de hachís, acabó convirtiéndose, según la Policía, en uno de los mayores traficantes de Europa. Era tan rápido que incluso se hizo con el campeonato del mundo de la Fórmula 1 del mar.

El traficante ganó mucho dinero con el hachís, hasta el punto de conseguir un patrimonio de 30 millones de euros, nueve pisos, un chalet en una urbanización de lujo y un cortijo en Huelva. Además, también tenía cuatro viviendas en Marbella, incluido un lujoso chalet con atraque, locales comerciales y naves industriales. Tras ser detenido y preguntado sobre cómo se convirtió en leyenda, 'El Yeyo' respondió que "el secreto estaba en no tocar el hachís".