Tras la muerte de Carmen Franco en 2017 a los 91 años, sus hijos heredaron sus propiedades. La familia ha vendido las empresas de aparcamientos por 17 millones de euros y el pazo de Meirás pasó a manos del Estado en 2020 por decisión judicial.

Equipo de Investigación analizó la fortuna de los Franco en un programa de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.

La hija de Franco siempre procuró llevar una vida discreta y lejos de los focos, no le gustaba ser noticia. Desde un impresionante edificio en el centro de Madrid, donde vivía, los Franco gestionaban prácticamente todas sus empresas.

Son, sobre todo, caseros y aprecian posibilidades donde otros ven marginalidad y por eso adquieren un edificio de renta antigua en Málaga. Con sus inmobiliarias compran y alquilan grandes edificios, pero también minipisos de 22 metros cuadrados.

Los Franco ven antes que nadie la rentabilidad de los aparcamientos y se hacen con varios estratégicos en el centro de Madrid.

Además, el patrimonio más conocido era el pazo de Meirás, uno de los regalos al dictador que heredó Carmen Franco. Se trata de un bien de interés cultural que la familia Franco abría lo mínimo que le exigía la ley.

A 25 kilómetros de la Puerta del Sol de Madrid, junto a la carretera de Extremadura está situada Valdefuentes. Una fina rústica que se recalifica en 3,3 millones de metros cuadrados en diez meses. La finca de caza del abuelo se reconvierte en una ciudad con la que se hacen millonarios: el origen de la fortuna de los Franco.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.