La historia del estafador Jorge Lozano comienza en Ciudad Lineal, uno de los barrios obreros más comerciales de Madrid. En él crece este estafador de élite, cuyo estilo de vida llama la atención en el barrio. Un vecino afirma a Equipo de Investigación que "la pinta que tenía era de chulo tirando a sinvergüenza".

"Tenía un tren de vida como un jeque", asegura, al tiempo que cuenta que cada día llegaba al barrio con coches que "quitaban el hipo": "Un día venía con un Audi Q5, otras veces con un Porsche o con un Ferrari". El hombre afirma que este estilo de vida contrastaba con el de sus padres, que siempre llevaba un "Opel Vectra" y regentaba un bar.

La exmujer de Jorge Lozano accede a hablar con Equipo de Investigación y expresa lo que sentía por él cuando el día de su boda: "Nos casamos un 31 de mayo en Madrid y yo ya llevaba con él tres o cuatro años. Estaba totalmente enamorada. Para mí lo era todo, el amor de mi vida y la persona que jamás pensé que iba a poder conocer", confiesa.

Lozano le contó que "había sido guardia civil" y que en ese momento era "directivo de un banco". Sin embargo, la realidad es que el impostor solo trabajó unos meses en el banco, y nunca como directivo. "Yo iba a recogerle a la puerta de un edifico de oficinas. Él salía de allí, aunque siempre lo hacía solo", ha afirmado la mujer, quien cuenta en este vídeo la doble vida que llevó su exmarido durante ocho años y que fue "el enamoramiento" que sentía lo que hizo no darse cuenta. En este vídeo, el testimonio de la exmujer.

El estafador Jorge Lozano lleva a cabo un plan minuciosamente diseñado que comienza con la creación de una empresa a nombre de su mujer domiciliada en su casa. A través de esta sociedad, tal y como indica Gloria Serra, el impostor da su siguiente golpe. Su objetivo es la familia de uno de sus mejores amigos, de la que se gana su confianza en las visitas que hace a su pueblo, al que llega conduciendo un coche de 100.000 euros.

Jorge se presenta como directivo de banca y consigue que la suegra de su amigo le confíe todos sus ahorros. Ella, ama de casa y su marido, camionero, confían a Jorge Lozano 500.000 euros bajo la promesa de una rentabilidad del 15%, un dinero que no vuelven a ver.

Sin embargo, el medio millón de euros le sabe a poco y el impostor tiene un nuevo objetivo: vaciar las cuentas de un amigo íntimo de la infancia. Peso su círculo de amigos no colmaba sus ambiciones, por lo que amplió su radio de acción en entornos donde no era conocido e inició una nueva vida en Puerta de Alcalá, el distrito más caro de Madrid.

En 2010, en plena crisis financiera comienza a trabajar para un banco especializado en gestión de patrimonio, el empleo perfecto para un impostor. Allí, Jorge Lozano amplió su cartera de clientes con nuevas amistades. En el vídeo habla Nuria del Río, víctima de estafa, de quien el impostor se ganó su confianza y logró que abriese una cuenta en el banco de inversión. Del Río le confió 138.000 euros. Sin embargo, entró en "cólera" y le dio "un ataque de ansiedad" al descubrir que en su cuenta solo habían 910 euros.

"Es fácil caer en la trampa. El impostor es minucioso y crea documentos exactos a los auténticos", señala en este vídeo Gloria Serra, quien explica el 'modus operandi' de Jorge Lozano.

Finalmente, seis años después de haber cometido sus primeras estafas, Jorge Lozano ingresa en prisión por un delito de apropiación indebida y condenado a dos años de cárcel por estafar a un amigo de la infancia. Cuando el impostor sale en libertad se ha divorciado.

"Cuando salió de prisión, quiso retomar el contacto con su hijo. Nosotros nos fuimos a vivir a casa de mis padres y un día que fue y le dejamos estar un rato con el niño solo, aprovechó para quitarles varias pertenencias a mis padres", cuenta la exmujer del impostor a Equipo de Investigación, unas declaraciones impactantes a las que añade que Lozano se llevó dinero, un reloj, miras de una escopeta y hasta un carnet de su padre con el que se hizo pasar por ingeniero.