Un partido entre el Huesca y el Nàstic que movió más de un millón de euros en apuestas, diez veces más de lo habitual en un encuentro de segunda división, destapó una presunta red de amaños que apuntaba a un exjugador de primera división como presunto líder de la trama: Carlos Aranda.
La coordinación policial entre Madrid y Málaga resultó clave: "Mis compañeros de Madrid, nos fijan determinados objetivos que podrían estar lucrándose a la hora de realizar apuestas deportivas de partidos amañados. Estos individuos que inicialmente estaban investigados por narcotráfico se estaban lucrando gracias a los amaños deportivos", señala el jefe de estupefacientes de la UDYCO-Costa del Sol, quien añade que "la práctica totalidad de los ganadores de las apuestas deportivas tenían cierta vinculación con Carlos Aranda".
Aranda tiene dos salones de juegos, uno en uno de los barrios más deprimidos de Málaga, con una tasa de desempleo del 78%. Con las salas de juego, Aranda llega a facturar 80.000 euros. Sin embargo, según explica el inspector jefe del grupo 1 CENPIDA, "la finalidad en un principio era ganar dinero obviamente, pero en realidad lo que le interesaba era realizar él mismo apuestas a partidos que él ya había manipulado".
"Cualquier negocio que implique un movimiento grande de efectivo es atractivo para poder llegar a blanquear dinero de actividades como el tráfico de drogas", subraya. En este vídeo, todos los detalles de la presunta trama de amaños de partidos liderada por Aranda.