El 14 de diciembre de 2017 Igor el Ruso asesinó a tres personas en un pueblo de Teruel: a un ganadero y dos guardias civiles. Aquel día el pueblo se blindó, preso del pánico. Las tiendas y bares cerraron, y la gente se encerró en sus casas.

La Guardia Civil buscó por la zona al asesino y distribuyó un mensaje por radio en el que se informaba de que se buscaba "a una persona que había huido después de asesinar a dos guardias civiles en El Ventorrillo, Albalate del Arzobispo, Teruel, además de matar a otra persona civil, y ha huido del lugar de los hechos en un vehículo marca Mitsubishi".

Tras ocho horas de búsqueda, la Guardia Civil avistó el vehículo que buscaban en una cuneta. Los agentes encontraron en su interior varias mochilas, ropa de abrigo y una Biblia italiana. A 200 metros del vehículo, un hombre vestido de militar dormía al lado de una bicicleta. Ellos todavía no lo sabían, pero acababan de detener a uno de los criminales más buscados en Europa.