Viajamos hasta una granja que produce los huevos cuyo consumo más ha aumentado en la última década: los camperos. En España hay más de dos millones y medio de gallinas camperas repartidas en más de 400 granjas que han elegido este modelo de producción. Así, los camperos ya suponen un 10% del total de los huevos que comemos en España.

Al llegar a la granja, nos tenemos que poner un mono y unas calzas "para cumplir con las medidas de bioseguridad de las explotaciones ganaderas", tal y como indica Jesús Ciria, gerente, quien dice que intentan proteger a sus gallinas "lo máximo posible".

El hombre cuenta que tienen 32.000 gallinas camperas en la granja "alojadas en un sistema tradicional en un solo nivel y con salida al aire libre durante el día". En lo referente a qué comen, Jesús Ciria indica que las gallinas se alimentan de "pienso compuesto formado por varias materias primas, como maíz, girasol, cebada o trigo" y también "picotean todo el tipo de hierba que sale y la parte baja de los árboles, lo que da matices al sabor del huevo".

Y sobre el espacio en el que viven, las gallinas cuentan con cuatro metros cuadrados por ave. Además, tal y como explica Ciria, "todas las gallinas se vacunan en la incubadora, lo que da una seguridad durante prácticamente toda la vida de la gallina, para no tener ninguna necesidad de administrar ningún medicamento ni de darles nada".

A la pregunta de su considera que sus gallinas son felices, Jesús responde: "Creo que podéis juzgar vosotros; veis que las gallinas están emplumadas, no ves canibalismo, no ves nerviosismo, reduciendo ese estrés al final lo que consigues es que las gallinas sean un poquito más felices".