Las orugas procesionarias asolan las poblaciones con pinos. Orihuela, donde el 90% de su vegetación está compuesta de pinos, es una de esas zonas.

Para combatir contra estas plagas, colocan trampas que atraen a los machos, que quedan atrapados y no pueden copular con las hembras, como se explica en el vídeo.

Como explica el entomólogo Santos Rojo a Equipo de Investigación, la procesionaria es un insecto lepidóptero, es decir, una mariposa, que cuando acaba su ciclo, "baja del árbol y se entierra para formar la crisálida".

"Cada hembra puede llegar a poner hasta 700 huevos", asegura, unas larvas que son "muy voraces".