Tres empleados del supermercado intentan cortarles el paso. Acaban de entrar a trabajar y aún no les ha dado tiempo a dejar sus bolsos. Los encargados del supermercado echan el cierre. Quieren evitar que se lleven carros de comida sin pagar, pero el cerrojo no les detiene.

Están escenificando, con la televisión como testigo, el asalto a un supermercado. Alguien ya ha avisado a la policía. Mientras explica lo que acaban de hacer, un hombre de barba, con pañuelo palestino y un megáfono, da las órdenes.

Es Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde del pueblo sevillano de Marinaleda y diputado del parlamento andaluz. Él es el cerebro del asalto, ejecutado por un grupo de jornaleros: "Creemos que los alimentos básicos están para comer y quitar el sufrimiento a muchísimas familias".

En cuestión de horas el nombre de Sánchez Gordillo da la vuelta al mundo. Según Zarzalejos, Gordillo "consigue con acciones muy llamativas con gran repercusión en un contexto de crisis, como la actual, verdaderamente desproporcionada".

Para la prensa extranjera, lo de Sánchez Gordillo "es un síntoma". Y es que en estos momentos "todas las miradas están puestas en España, es la llave de lo que va a pasar en la zona euro". "La gente está mucho más receptiva a su mensaje y si las cosas van a peor van a estar más receptivas todavía".