La justicia europea ha condenado a una empresa ubicada en el corazón de La Mancha a cambiar su marca y al considerar que su etiqueta, con elementos gráficos alegóricos a La Mancha, induce a confusión al consumidor, que lo vincula con el queso manchego. Rocinante ha tenido que cambiar de nombre y etiquetado por esta normativa, a pesar de que la marca es anterior a la normativa de denominación de origen.

Y es que, a pesar de estar fabricado en La Mancha, no tiene por qué ser manchego. Sin embargo, muchos vendedores de queso al haber elaborado el queso en la región creen que tiene pleno derecho a llamarlo de tal modo.

El queso manchego es fuerte, tiene una textura más bien dura y única, pero, sobre todo, solo se puede elaborar con leche de oveja manchega, nunca de vaca ni de cabra. Así, tiene un componente de grasa bastante alto que es el que provoca que tenga esa composición. Otra clave está en la corteza: nunca puede ser negra.

En el vídeo principal de esta noticia Equipo de Investigación acude con un experto a diversos establecimientos para mostrar la dificultad de encontrar un verdadero queso manchego, y da algunos de los trucos que podrían ayudar a diferenciar entre este y otros quesos.