Antes de casarse, Angela Dobrowolski y Josep Maria Mainat firmaron unas capitulaciones. "Yo estaba de acuerdo. Es más, yo insistí en que hubiera ese contrato. A mí me era importante disfrutar de la experiencia de casarme, y dejar claro, tanto a mi marido como al resto del mundo lo que es suyo es suyo, y por el mero hecho de casarse conmigo esto no cambió", cuenta Dobrowolski a Equipo de Investigación.

Para los investigadores las capitulaciones que firma el matrimonio poco antes de su boda, son una de las claves del caso Mainat. Entre el primer año y quinto de matrimonio, Ángela tiene derecho a una pensión compensatoria de 5.000 euros al mes y otra de 3.500 relativa a los hijos. Además, disfrutaría de una vivienda valorada en 600.000 euros la mitad del tiempo que hubiesen estado casados.

Y si llegaba a los diez años de matrimonio, Angela recibiría igualmente una pensión de 5.000 euros, pero disfrutaría de una casa mejor, valorada en un millón de euros. Podría vivir en ella el mismo periodo de tiempo que durase su matrimonio.

Según las capitulaciones, el matrimonio entraría en una tercera fase si en el 2021 superan los diez años juntos. En ese caso, Angela tendría derecho a la misma pensión, pero también a una casa. "El esposo tiene que adjudicar a la esposa una propiedad por un valor mínimo de 1,5 millones de euros", indica José Antonio García, abogado especialista en derecho matrimonial.