Seis años después del crimen de Lucía Garrido, la Fiscalía de Málaga recibe una carta que dará un giro a la investigación, en la que se habla de la existencia de una presunta organización de agentes del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil relacionada con la expareja de Lucía Garrido. En la carta se dan nombres de algunos de los agentes implicados y se asegura que su centro de operaciones es la Finca los Naranjos, donde se encontró el cuerpo de Lucía Garrido.

Una persona que prefiere guardar su anonimato "porque hay muchos muertos y el tema es muy gordo" accede a hablar con Equipo de Investigación y aporta una información clave para los investigadores. Esta persona cuenta el motivo por el que cree que Lucía fue asesinada: "Ella sabía todo el trapicheo que había en la finca". "Los Seprona eran amigos de Manuel Alonso, sus presuntos socios todo, era su familia. Todo lo que necesitaba Manuel Alonso del Seprona lo tenía", asegura.

En este sentido, relata que los animales que cogían los agentes del Seprona se los llevaban a Manuel Alonso y luego él los vendía. "Todo es una trama urdida con las amistades de Manuel Alonso en el Seprona", manifiesta.

Asuntos Internos accede a las escuchas telefónicas de la expareja de Lucía Garrido, entre las que se encuentran conversaciones con un taxidermista y con agentes del Seprona. En este vídeo, Equipo de Investigación muestra dichas conversaciones. "Te tengo un cerdo vietnamita. Es de una familia de Málaga que se quieren deshacer de él y me he acordado de ti", se escucha decir a un agente.

A la pregunta de si hay algún cargo de la Guardia Civil que se haya beneficiado directamente de Manuel Alonso, la persona que ha accedido a hablar con Equipo de Investigación afirma que "Alonso hace un chalet al cabo primero y pagó todos los materiales por favores de los 'trapicheos' de los animales, de los caballos, de los tigres, de los leones, de todo".

"Manuel Alonso cobraba las subvenciones de mantenimiento de esos animales. Si se gastaban 1.000 euros, ponían 8.000 euros. Todo animal incautado iba para Manuel Alonso. Cuantos más animales exóticos, más subvenciones", asegura. Sin embargo, Alonso negó dichas subvenciones ante el juez, así como que quería que Lucía Garrido se fuese de su casa porque, si no se iba, podía perder el dinero que recibía de la Guardia Civil.