La primera y única novia de Manuel González llegó a denunciarle por intentar secuestrarla para abusar de ella. Ahí comenzó un historial delictivo que acabó con decenas de víctimas a las que clavaba un punta de lanza por el ano.

Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga forense, afirma que Manuel González sufrió una hipoacusia -una sordera congénita- cuando tan solo tenía cinco años, momento que coincide con su traslado a Barcelona desde el pueblo de Sevilla en el que nació.

Según la psicóloga, su problema auditivo le provocó problemas de comunicación. De hecho, solo se le conoce una relación en su vida, con una joven que acabó denunciándole por secuestrarla a punta de navaja cuando trataba de finalizar su relación con él.

"En un momento en el que ella pretende abandonarle, él intenta secuéstrala a punta de navaja con el objetivo de mantener relaciones sexuales. No lo consigue y parece que hay una denuncia, pero realmente no se encuentran antecedentes penales, con lo que es posible que ella retirara la denuncia o que se archivara", ha explicado la psicóloga.

En declaraciones policiales la ex-pareja refiere cierta obsesión por las prácticas del sexo anal por parte de Manuel González. A partir de la ruptura con esta joven es cuando empieza el historial de delitos sexuales de Manuel González.