Un funcionario de prisiones explica en Equipo de Investigación que Bernardo Montoya entró en cólera el día del fallecimiento de su madre porque tuvo que se acompañado al tanatorio por fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

"Reacciona violentamente, muy nervioso, toma un palo de escobay lo parte bruscamente a la mitad. Intentó en repetidas ocasiones apuñalar a uno de mis compañeros y a punto estuvo de conseguirlo", relata.

El trabajador de prisiones denuncia que solo "fue sancionado con la ridícula sanción de 30 días de privación de paseos".

Pero esa no fue el único episodio violento, en 2015, tres años antes del crimen de Laura Luelmo, asaltó a dos señoras de Cortegana a plena luz del día para robarles. Sólo llevaba tres meses en libertad tras cumplir la condena de 17 años por asesinar a una mujer del mismo pueblo en 1995.

Bernardo Montoya fue condenado a poco más de 3 años de prisión por los dos. La sentencia destacó la gran alarma social que se creó de nuevo en Cortegana. Salió en libertad dos meses antes del crimen de Laura Luelmo, habiendo cumplido la totalidad de su condena.