Borrar tatuajes es un procedimiento arriesgado. Si no se hace bien, puede provocar quemaduras y reacciones alérgicas graves. Equipo de Investigación ha contactado con una mujer que se quitó un tatuaje que se realizó en la adolescencia y contrajo una infección que a punto estuvo de costarle la vida.

La joven se borró el tatuaje con una técnica revolucionaria llegada desde Italia. El resultado fue una cicatriz que la tuvo meses sin trabajar. No son los únicos casos. Equipo de Investigación analiza algunos de los más impactantes en el vídeo principal de esta noticia.