Donís Muñoz, un dermatólogo que desde hace más de 15 años estudia el mundo el tatuaje, muestra a Equipo de Investigación las impactantes imágenes de la reacción alérgica que tuvo un paciente a la tinta de un tatuaje. "No había manera humana de frenar la reacción inflamatoria que experimentó", recuerda, a lo que añade que "al final se solucionó tras nueve meses de un incesante picor con una exudación diaria".

"Creo que es de las pocas veces que hemos sabido la tinta que lo había generado", cuenta el dermatólogo, quien señala que las reacciones alérgicas a la tinta se pueden producir "hasta un año después de haberse hecho el tatuaje".