Los que logran llegar a los niveles superiores de la Cienciología hacen los cursos en un barco de 134 metros que navega por el Caribe, un crucero gestionado por lo que llaman la 'Organización del mar'. Es decir, los miembros con dedicación exclusiva a la Cienciología.

Equipo de Investigación entrevista a Hana Eltringham, que durante un año y medio se convierte en capitana de dos de los primeros barcos de la Cienciología. "En ese momento éramos 35 en ese barco. Vivíamos y trabajábamos en el barco para arreglarlo y prepararlo para navegar y que Hubbard (fundador de la Cienciología) pudiera empezar su aventura de encontrar su tesoro".

Precisamente, sobre ese 'tesoro', Eltringham cuenta que Hubbard fundó la Organización del Mar por varias razones: una era "huir de las interferencias del Gobierno" porque "la CIA estaba investigándole, y el luego el FBI hizo una redada en la cienciología y tuvo que esconderse. Sabía que era intocable en aguas internacionales". La otra, según la excapitana del barco, "es que él quería encontrar el tesoro que creía que había enterrado en varios países en sus vidas pasadas".

Según relata Eltringham, cuando llegó "al nivel del lote tres en el barco" recibió una carta de Hubbard escrita a mano: "Hablaba sobre Xenu, un extraterrestre que hace miles de años gobernó muchos planetas. Fue quien trajo a todos los habitantes del planeta Tierra, que se llamaba 'El planeta prisión', y los puso en volcanes, activó los volcanes, mató a toda esta gente y recolectó sus espíritus. La vida hoy es una manifestación de esos espíritus".

Pero ¿qué características tenía que tener para entrar en la Organización del Mar? Eltringham responde: "Ser Clear y auditor de nivel 7 y firmar un contrato" con el que se acepta "entrar como empleada de la organización del mar por un billón de años". ¿Por qué mil millones de años? "Era un contrato eterno porque Hubbard creía que somos espíritus eternos".