El estafador Jorge Lozano llevó a cabo un plan minuciosamente diseñado que comenzó con la creación de una empresa a nombre de su mujer domiciliada en su casa. A través de esta sociedad, tal y como indica Gloria Serra, el impostor da su siguiente golpe. Su objetivo es la familia de uno de sus mejores amigos, de la que se gana su confianza en las visitas que hace a su pueblo, al que llega conduciendo un coche de 100.000 euros.
Jorge se presenta como directivo de banca y consigue que la suegra de su amigo le confíe todos sus ahorros. Ella, ama de casa y su marido, camionero, confían a Jorge Lozano 500.000 euros bajo la promesa de una rentabilidad del 15%, un dinero que no vuelven a ver.
Sin embargo, el medio millón de euros le sabe a poco y el impostor tiene un nuevo objetivo: vaciar las cuentas de un amigo íntimo de la infancia. Peso su círculo de amigos no colmaba sus ambiciones, por lo que amplió su radio de acción en entornos donde no era conocido e inició una nueva vida en Puerta de Alcalá, el distrito más caro de Madrid.
En 2010, en plena crisis financiera comienza a trabajar para un banco especializado en gestión de patrimonio, el empleo perfecto para un impostor. Allí, Jorge Lozano amplió su cartera de clientes con nuevas amistades. En el vídeo habla Nuria del Río, víctima de estafa, de quien el impostor se ganó su confianza y logró que abriese una cuenta en el banco de inversión. Del Río le confió 138.000 euros. Sin embargo, entró en "cólera" y le dio "un ataque de ansiedad" al descubrir que en su cuenta solo habían 910 euros.
"Es fácil caer en la trampa. El impostor es minucioso y crea documentos exactos a los auténticos", señala en este vídeo Gloria Serra, quien explica el 'modus operandi' de Jorge Lozano.