Rafael, investigado por amasar más de medio millón de euros vendiendo coches que no eran suyos, llegó a la despedida de soltero de uno de sus siete hijos con el coche que conduce en este vídeo: un BMW i8 eléctrico. Según Francisco Gálvez, exempleado de Rafael, el propietario de un concesionario de coches de segunda mano regaló a un hijo ese vehículo, por el que pagó "110.00 euros".

"La despedida la hizo en la discoteca que está en Atocha y le costó 40.000 euros alquilarla para él solo", cuenta Gálvez, quien afirma que Rafael se gastó "más de 400.000 euros" en la boda de su hijo. La boda se celebra en un chalet de la sierra al día siguiente de la despedida. Sin embargo, nueve meses después de la "gran boda", la mayor nevada de los últimos 50 años acaba con el concesionario del padre del novio en el barrio de Chamberí.