Respirar aire contaminado reduce la esperanza de vida hasta dos años, casi tanto como el consumo de tabaco. En las zonas industriales el riesgo se multiplica. Es el caso del Campo de Gibraltar. Tal y como se puede ver en el vídeo, una tonelada de ácido para fabricar poliéster arde durante cuatro horas a solo 300 metros de este pueblo de 30.000 habitantes.

Hasta en el colegio realizan simulacros de "confinamientos", en los que los alumnos tienen que cerrar ventanas y aíslan la clase. "Hacemos este tipo de simulacros por la situación en la que estamos ubicados, junto a un polo industrial, un polo químico. Ha habido situaciones en las que nos hemos visto comprometidos", recuerda Alberto Castillo, el director del CEIP Sagrado Corazón, quien explica que "el confinamiento consiste en que si hay un peligro externo al edificio por la zona, puede ser un escape de gas o una sustancia toxica que hubiese en la atmósfera" necesitan "estar protegidos" y, por ello, enseñan "al alumnado cómo actuar".

El Campo de Gibraltar registra una de las tasas más altas de toda España de alergias y enfermedades respiratorias infantiles. Por ello, Javier Tallón denuncia la situación: "Estoy cansado de llevar a mi hijo al hospital". El vecino del Campo de Gibraltar nos enseña los efectos de la contaminación en su casa y su vehículo.

Más de 400 empresas potencialmente contaminantes se emplazan en un radio de 70 kilómetros cuadrados. Hay 33 industrias químicas, entre ellas, la refinería más grande de España, nueve centrales de energía termoeléctrica, 112 empresas navales y 130 metálicas y metalúrgicas, en las que emplean a más de 10.000 trabajadores.

Equipo de Investigación toma una muestra de polvo que se encuentra en la corteza de los árboles del Campo de Gibraltar. Ricardo Díaz, químico, explica los componentes que han encontrado en la muestra: "Hemos analizado muchísimos metales, pero lo que más llama la atención son los niveles de cobre y de zinc. El zinc está cinco veces por encima del valor máximo, está en 2235 miligramos por kilogramo y el valor máximo son 450 miligramos por kilogramo".

"La contaminación del suelo por metales pesados es lo que muchas veces se denomina 'una contaminación silenciosa' porque nadie la ve. La ingesta de estos metales puede provocar, anemias, insuficiencias renales, enfermedades neurológicas, cánceres hepáticos. Los metales pesados son altamente cancerígenos", advierte Ricardo Díaz.