Equipo de Investigación se desplaza a Villanueva del Arzobispo, en Jaén, donde un medidor registra la calidad del aire del pueblo desde 2014. Se trata del lugar más contaminado de España después de Madrid, Barcelona y Granada.
Jesús de la Rosa, investigador de la Universidad de Huelva, explica que "cuanto más finas es la partícula, más probabilidad hay de que entre la parte interna del aparato respiratorio, llegue a los alveolos y forme parte del intercambio con el flujo sanguíneo y se pueda distribuir a lo largo del cuerpo".
Su estudio, avalado por el CSIC es concluyente: los focos responsables son las chimeneas. De la Rosa indica que lo que contamina de las chimeneas es lo que quema, es decir, "troncos de olivo de poda, pellet, el cuesco de la aceituna, o el derivado de orujillo".
Hay 1.500 chimeneas en el pueblo
La Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Villanueva del Arzobispo emitió un comunicado en el que explicaba a los ciudadanos que no se puede quemar leña en las chimeneas tradicionales. En el pueblo hay un total de 1.500 chimeneas.
Sin embargo, comprobamos que los vecinos no acatan la prohibición. Una vecina cuenta que encienden la chimenea porque "hay que abrigar a los nenes pequeños y a los ancianos" y que la única solución que les da el Ayuntamiento es que pongan "gas, las calefacciones que valen 2.000 euros".
"La Junta nos incentiva para poner una calefacción que se supone que es más ecológica y ahora la prohíben"
Otra vecina se queja de que "la Junta de Andalucía promovió una campaña para poner las calderas con la biomasa". Se gastó 10.000 euros, de los cuales, afirma, le subvencionaron el 80%. "La Junta de Andalucía se contradice, es decir, los mismos que nos incentivan para poner una calefacción que se supone que es más ecológica ahora nos prohíben que no las podemos encender", denuncia la mujer.
El Ayuntamiento estudia multar a los vecinos que continúen contaminando. Equipo de Investigación habla con Gabriel Fajardo, el alcalde del pueblo, quien afirma que "la gente está colaborando", a pesar de que los vecinos encienden las chimeneas. Al hablarle del problema de que los vecinos hayan gastado hasta 10.000 euros en una caldera que ahora no pueden usar, Fajardo responde: "Esto no es un problema de que hay que cambiar o no una caldera, es un problema de salud".