El comprar un arroz de marca blanca, del que desconocemos su origen, no solo tiene diferencias con el español en cuanto a sabor, sino que también puede tener consecuencias en nuestra salud. En países como India, "la cantidad de arsénico que había en el agua donde se cultivaba el arroz y la cantidad de arsénico que había en el agua donde se cocía el arroz" ha dado lugar a enfermedades como la del pie negro o el cáncer de piel, señala Francisco Burló, catedrático de la Universidad Miguel Hernández.

"Tenemos algunas muestras de ese arroz que podía llegar a tener hasta 496 miligramos por kilo, lo que es más del doble de los permitido en España", señala Burló, quien advierte de que "podría ser un riesgo" el consumir este tipo de arroz que se importa a España y afirma que "habría que analizar ese arroz y comprobar de dónde procede para ver si es un arroz rico en arsénico".

Así, medimos los niveles de arsénico que contiene el arroz que hemos comprado en el supermercado y el resultado es sorprendente: de las cinco muestras analizadas, las cinco contienen arsénico. "Hay que tener precaución. Es conveniente no elevar el consumo de alimentos ricos en arsénico porque no sabemos las consecuencias a largo plazo que puede haber", alerta el experto.