Acudimos a un bar del centro de Madrid para comprobar la calidad del aire que hay en su interior, algo que influye en el riesgo de contagios de coronavirus y que pone de manifiesto la buena o mala ventilación en un espacio cerrado. Al entrar, nos dicen que no hay mesas libres y, finalmente, nos llevan a un salón más pequeño en el piso subterráneo del bar.

Nos encontramos que hay 1.300 ppm de dióxido de carbono y sube hasta superar las 1.600 ppm, por lo que es una calidad del aire "pésima, malísima", alerta un periodista de Equipo de Investigación. Así, en el local se superan los niveles que están permitidos por la OMS en un 60%.

"Si la concentración de CO2 es tan alta es porque realmente la ventilación del local no es la correcta, no cumple con la normativa que hay en vigor", indica José Antonio Galdón, decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid, por lo que el riesgo de contagio de las personas que hay en el bar es de "cerca de un 15%".

"Estamos hablando de que si hay 25 personas, pues entre cuatro y cinco personas podrían contagiarse", señala Galdón, a lo que añade: "Si hubiera dos personas contagiadas, el riesgo de contagio sería ya de un 27%; estamos hablando ya de casi un 30%, casi uno de cada tres podría contagiarse", afirma.