Viajamos hasta Cuenca, a la mayor explotación avícola de nuestro país, para comprobar si el color de la yema sinónimo de calidad. Allí, Rubén Martínez, CEO del Grupo Rujamar explica que el color de la yema "depende de lo que coman las gallinas".

"Las yemas normalmente cuando la alimentación del pienso es rica en maíz, el maíz ya de por sí tiene muchos pigmentos naturales que hacen que el color de la yema ya sea muy rojo. Sin embargo, cuando hacemos fórmulas que llevan menos maíz pues son fórmulas ricas en cebada, en trigo, en otras materias primas que lo que provocan es que sus niveles de color la yema de huevo sea más bajito", indica Martínez.

En este sentido, el CEO del Grupo Rujamar afirma que "las gallinas ecológicas comen exactamente lo mismo que las gallinas camperas". Sin embargo, a las camperas y a las de suelo les echan "un producto que son vitaminas y aminoácidos, xantofilas y carotenos para mejorar el color de la yema".

De esta forma, Rubén confirma que los huevos de gallinas camperas y de suelo "llevan colorantes de origen vegetal en reducida cantidad". "De hecho, para saber la tonalidad que tiene el huevo está la 'Escala de Roche' que nos ayuda a saber en qué niveles de color tenemos en el huevo", apostilla.

Así, Rubén Martínez afirma que "la creencia que tenemos de asociar el huevo rojizo es el mejor es totalmente falsa". "No tiene ninguna relación al color de la yema con la calidad del huevo", afirma, tras explicar el sorprendente método que utilizan para cambiar el color a la yema y así atraer al consumidor.