Poco antes de las nueve de la mañana del día de su desaparición, Déborah Fernández acudió a una escuela donde estudiaba diseño gráfico. Equipo de Investigación habla con Iria Iglesias, una compañera suya en el año 2000.

Iglesias explica que se "veían a diario" pero que para conocer mejor como estaba los días previos a su desaparición es mejor hablar con otro compañero que estaba haciendo un trabajo con ella. Entonces Iria llama por teléfono a Gonzalo.

Gonzalo explica que los "días anteriores la notaba que alguna vez salía de clase llorando". El compañero de clase cree que "algo le atormentaba" y "no estaba bien".

Además, 10 horas antes de su desaparición, Déborah habla con una profesora de la academia. Marta Olivares explica que la joven "tenía un examen de recuperación", y cuenta cómo la vio: "Se le notó un cambio, se la veía baja ausente". "Ese día me dijo que iba a ir a la peluquería, que quería depilar y poner guapa", desvela Olivares.