"Estamos aquí para reclamar justicia para esas tres personas asesinadas mientras dormían. Mi familia, una familia muy querida y apreciada que de la noche a la mañana le fue arrebatada sin ninguna explicación de la forma más cruel": así comenzaba Rodrigo Barrio a hablar ante los medios tras el hallazgo de los cuerpos de sus padres y su hermano pequeño, Álvaro.
"Desgraciadamente, todas nuestras esperanzas se están desvaneciendo, esas que nos hicieron confiar en que la investigación policial daría con los criminales que tanto daño nos han causado. A pesar de ello, no nos damos por vencidos y confiamos en que el asesino sea castigado por las tres vidas que arrebató, un asesino que sigue en libertad y puede volver a matar", zanjaba. En aquel momento, los investigadores no ponían el foco sobre su posible implicación, pero sí lo harían tres años más tarde, en 2007, cuando comenzaron a buscar pruebas que pudieran incriminarle. Puedes escucharle en este vídeo.