En España no está permitido tatuar fuera de un estudio. Sin embargo, algunos tatuadores se anuncian en webs de segunda mano y en redes sociales y se ofrecen a trabajar en domicilios.

Carlos Becks, quien tatúa en toda España, ofrece descuentos a cambio de entregar una vieja consola. Encontramos una página de afectados por el tatuador y localizamos a dos de los afectados en un pueblo de Sevilla.

Patria, afectada, cuenta a Equipo de Investigación que Becks citó a ella y a su pareja, Adrián, "en una vivienda que se supone que tenía como un estudio". Sin embargo, los resultados fueron desastrosos, tal y como puedes ver en este vídeo. "No hay por dónde cogerlo. Si digo que lo ha hecho mi hija cuando tenía cinco años, cuela mejor", lamenta Adrián, mientras que Patricia recuerda que se sintieron "fatal" tras ver el resultado de sus tatuajes. "Estuve todo el fin de semana llorando", manifiesta.

Sin embargo, no pudieron denunciar: "Fuimos a la Policía, pero no pudimos recoger esa denuncia porque nos dijeron que nos habíamos tatuado porque habíamos querido", señala Patricia.