El 11 de mayo de 2011 un terremoto de magnitud 4,5 a menos de un kilómetro de la superficie sacudía la ciudad murciana de Lorca. Hora y media después un segundo seísmo replicaba con magnitud 5,1.
Dos terremotos que dejaron nueve muertos, 324 heridos y 9.000 viviendas dañadas con un total de 450 millones de euros en daños. Cicatrices en una ciudad que, una década después, sigue marcada por temblores impredecibles.