En los últimos 40 años, solo ha habido seis denuncias de vecinos a furtivos. Contactamos con uno de ellos, quien en 50 años nunca ha sido detenido. El hombre lleva guantes, según cuenta, "para no dejar huella". "Puedes tocar en algún sitio y dejar huella, y estos guardas son muy finos, no son como los de antes", expresa.

Así, el cazador furtivo cuenta que se esconde "en el suelo" para evitar ser pillado: "De noche todos los gatos son pardos y ahí no se ve nada. Ellos pasan a dos metros de ti y tú tienes abono sobre ti y pasan sin enterarse". Además, el hombre afirma que, en una ocasión, llegó a matar a un lobo "de manera furtiva porque estaba haciendo daño a una ganadería". "Lo quemé, le prendí fuego y desapareció", manifiesta.