Equipo de Investigación intenta ponerse en contacto con Santiago Calatrava y su equipo en su estudio principal en Zurich, Suiza. No atienden al programa, que acaba recibiendo un correo del gabinete de comunicación de Calatrava: "Lamentamos informarles que ni Santiago Calatrava ni ningún otro miembro de su equipo va a poder estar a su disposición para atenderles durante la visita".

De esta forma, el arquitecto declina participar en este reportaje. Por ello, Equipo de Investigación ha contactado con una antigua arquitecta de Calatrava en su despacho de París. "Era profesional, pero a la vez bastante familiar. Venía prácticamente todos los días al despacho, pasaba por nuestros tableros, porque nosotros todavía dibujábamos a mano. Incluso recuerdo que alguna vez en verano trajo una sandía y la partió en la sala de reuniones para ofrecernos a todos", cuenta Gabriela.

¿Cómo era trabajar con Calatrava? "Él era es una persona muy exigente en su trabajo. También un poco complicado, con bastante autoridad", ha expuesto la exempleada del arquitecto, que ha añadido: "Se enfadaba bastante, pero era su genio, su carácter". En este sentido, ha reconocido que, bajo el mando de Calatrava, trabajaban "diez horas, y a veces los fines de semana. Él se enojaba si no íbamos a trabajar los días que él decía".

La de Calatrava, "es una vida cómoda, en la medida que es una persona que dispone de un patrimonio muy importante", según ha explicado el periodista Llatzer Moix, que ha analizado en un libro su trayectoria. El arquitecto tiene a nombre de sus empresas dos edificios en la Quinta avenida de Nueva York, y una finca en Conneticut. Se calcula que el patrimonio de Calatrava supera los 120 millones de euros.