Kenneth Steven, capitán de un barco en el que se coló Antonio Anglés en 1993, con destino Dublín, habló por primera vez con un medio de comunicación en 2018, y fue con Equipo de Investigación. El hombre contó que fue uno de los miembros de la tripulación el que encontró a Anglés "en la cabina de dirección, cerca de la sala de máquinas", y lo llevó hasta él.

"Pensábamos que era portugués porque llevaba pasaporte portugués, y vestía como pescador. En un principio, le encerramos en un cuartucho donde guardábamos la cerveza. Después, lo llevamos a un camarote vacío, donde pensamos que estaría seguro. Lo encerramos con llave y había gente cerca vigilándole, pero en un momento dado se las arregló para salir del camarote, y escapó del barco en un bote salvavidas", relató.

Así, Steven recordó que desde el barco emitieron "un mensaje de radio a todos los barcos" que estaban en su frecuencia. "Los franceses mandaron un avión, que encontró la barca hinchable donde estaba Anglés. Lo recogieron del mar, y le subieron de nuevo a bordo. Lo volvimos a meter en el mismo camarote. Cerramos las ventanas para que no pudiera abrirlas y las atrancamos por fuera con barras de madera. Hicimos lo mismo con la puerta", señaló, a lo que añadió que "era materialmente imposible que él abriera la puerta desde dentro".

Así, el barco llegó a Dublín el 25 de marzo de 1993. "Cuando llegamos a puerto, las autoridades subieron al barco para llevarse al polizón, pero se había ido. ¿Cómo es posible? La madera seguía en la puerta. Alguien tuvo que dejarle salir y recolocar la madera. No puedo escapar de ese camarote sin ayuda", aseguró el capitán, quien apostilló que la Policía les contó en ese momento que pensaban "que un miembro de la tripulación fue el que ayudó al criminal a escapar".

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2018 que laSexta volvió a emitir el pasado viernes.