Un vecino de Sabadell encontró el cadáver de Helena Jubany el 2 de diciembre de 2001 en un solar. La joven llevaba únicamente puesta la ropa interior y tenía extrañas quemaduras en su cuerpo. El resto de la ropa se encontró doblada en una azotea.

En un principio se contempló la hipótesis del suicidio, pero la autopsia reveló que había consumido grandes dosis de benzodiacepinas y que, por tanto, era imposible que se hubiera desplazado por su propio pie hasta la azotea.

Un juzgado de Sabadell reabrió la investigación en mayo para que la Policía analizara el disco duro del ordenador de Helena Jubany en busca de pruebas para resolver el crimen. El juez ha citado a declarar como investigado al autor de un correo enviado a la víctima y ha pedido un informe caligráfico sobre varios anónimos que recibió.

Equipo de Investigación repasó las claves del caso en un programa de 2020 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.

Dos semanas después de la aparición del cuerpo de Helena Jubany, la autopsia desvela que a la joven la drogaron antes de morir. Mayte Coras, toxicóloga, explica cuáles fueron las sustancias que hallaron en su cuerpo. "Se encuentra lormetazepam, alprazolam, y midazolam. El lormetazepam produce un efecto sedante con somnolencia añadida y puede producir incapacidad de recordar los eventos que se están produciendo. El alprazolam se usa en el tratamiento de la ansiedad y el midazolam se usa en ámbitos hospitalarios para la inducción de preanestesia, o incluso para la sedación en la UCI".

Según comenta la toxicóloga, "el lormetazepam aparece hasta 13 veces más de lo que se considera una dosis terapéutica máxima. En el caso del alprazolam, era tres veces superior de lo que se considera dosis máxima".

Dependiendo de la cantidad, estos medicamentos sí pueden tener algún sabor, sobre todo afrutado. Por eso, Mayte Coras, indica que "podría ser relativamente fácil camuflarlos dentro de una bebida con aroma afrutado, o muy azucarada".

Preguntada por los efectos de estos medicamentos, la toxicóloga, no duda en afirmar que "a lo mejor Helena Jubany estaba en coma, pero, desde luego, no estaba muerta".

Los asesinos arrojan por la azotea el cuerpo de Helena Jubany con vida. El informe médico forense amplía la información e indica lo siguiente: "El cuerpo debió ser subido por la escalera relativamente estrecha hasta el terrado, desnudado allí y después quemado". El cuerpo de Helena pesa de 45 a 50 kilos y la autopsia apunta a que, "al ser un cuerpo no consciente, dificulta extraordinariamente el manejo". Finalmente, concluye que "la posibilidad de que todas esas acciones las realizase en solitario una persona de corpulencia similar a la de Helena es sumamente remota".

Por otro lado, Equipo de Investigación accedió a las conversaciones de Helena Jubany con un internauta que se hizo pasar por ella seis meses antes de su muerte. Puedes ver el momento en el vídeo que se incluye a continuación.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2020 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.