El zulo donde la farmacéutica de Olot pasó 492 días secuestrada estaba en el garaje de un chalet adosado en un pueblo a 40 kilómetros de su casa. Los propietarios del chalet adosado lo intentaron ocultar llevando a cabo unas obras, hasta el punto de que hubo que practicar un agujero en un muro para llegar hasta él.

El zulo donde la farmacéutica estuvo encerrada más de un año solo medía 1,70 metros de altura, 1,60 de profundidad y 1,5 metros de ancho. Para los investigadores, el propietario de la casa, Ramón Ullastre, fue el otro cerebro del secuestro.

"Tuvo la sangre fría de pasar dos Navidades, de abrir los regalos de Reyes con sus hijos, teniendo a cuatro metros bajo tierra debajo de sus pies a una mujer muriéndose en vida", resumía la periodista Neus Sala, que detallaba que Ullastre "se paseaba por el pueblo con una pitón colgada en el cuello" y "era un tío complicado, duro, agresivo y que generaba miedo".

*El contenido al que hace referencia esta información corresponde a un programa de Equipo de Investigación de noviembre de 2022 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.