Charly consiguió convencer a muchos clientes para que invirtiesen en su inmobiliaria para conseguir el piso o la casa de sus sueños. Los precios, entre un 20 % y un 50% más baratos que la media en aquel momento, y las imágenes y planos que presentaba a los potenciales clientes eran su carta de presentación.

Equipo de Investigación ha entrevistado a algunas de las familias que pusieron dinero y a cambio nunca llegaron a ver construidas sus viviendas. Todos explican que una vez que mostraban interés por un inmueble, Charly les convencía para poner rápido una reserva y empezar con los pagos. "Nos dijo que estaba todo vendido, que había uno que todavía no ha dado la señal y que si lo queríamos teníamos que agilizar el primer pago para poder reservarlo", explica uno de los afectados. Otro cuenta que "hacía hincapié de que se iba a vender muy rápido, y el primero que llegara con el dinero, el primero que se quedaba el piso".