"Con mirada despreciativa y altanera": un cura cuenta su encontronazo con el falso obispo Pablo de Rojas

El falso obispo Pablo de Rojas, que se confinó con las exmonjas de Belorado en su cruzada cismática por mantenerse en la Iglesia que después fue expulsado, utilizó diversas argucias para engatusar a verdaderos curas y poder dar misas de su propia religión, la Pía Unión, en sus templos.

Así se cruzó en su camino el padre Víctor Santos, párroco del santuario del Santo Cristo de Limpia, en Cantabria, donde Rojas ofició una misa. Según el cura, lo que ocurrió no es "de grato recuerdo": "Lo que me ocurrió fue bastante desagradable", afirma.

El sacerdote asegura que un cura ordenado por Rojas llegó a dar misa en su santuario "aprovechándose de una persona de mi confianza" y de que "yo no podía estar presente porque tenía luego la misa parroquial a las 12:00".

Al regresar a su iglesia, cuenta que se encontró que "no utilizaron ninguna de las cosas que yo dejé preparadas la víspera para una misa normal". "Lo comprendí después, porque claro, en su mentalidad es como si lo hubiese tocado unas manos pecadoras, es el mundo al revés", comenta.

Al encontrarse con el falso obispo, señala que simplemente recibió "una mirada despreciativa, altanera y una actitud de menosprecio". También que, ya una vez en casa y al entrar en Internet, descubrió "todo ese oscuro asunto y circunstancias que le rodean" e informó al obispo, que les prohibió dar misas en la diócesis de Santander.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2024.