El rastro de Amy Fitzpatrick se pierde para siempre en una urbanización de Mijas, en Málaga, el 1 de enero de 2008. La joven vive con su madre, su hermano y su padrastro, como relató Equipo de Investigación en un programa de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.

Según explica el periodista Gerard Couzens, la madre y el padrastro de Amy tardan dos días en denunciar la desaparición. No lo hacen hasta el 3 de enero. "Ellos dicen que esperaron porque pensaron que podía haberse quedado en casa de una amiga", cuenta.

En este sentido, era bastante frecuente que Amy estuviera fuera de casa. "Hasta su familia en Irlanda habla de que estaba en una situación tan precaria que tenía que buscar comida entre la basura", critica Couzens.

La madre, el hermano y el padrastro de Amy, todos de Irlanda, llevan seis años viviendo en España cuando la joven desaparece.

"Me gustaría dirigirme a cualquier persona que pudiera estar reteniéndola contra su voluntad. Por favor, deja que mi pequeña vuelva", dijo su madre en una rueda de prensa ante los medios.

Antes de desaparecer, Amy escribe un diario desde su habitación, un cuaderno de 60 páginas donde confiesa que no es feliz: "Echo de menos a mis amigos y a mi padre en Irlanda".

Amy no es una buena estudiante. "Qué vergüenza repetir tres veces, si me dicen que tengo que repetir, les voy a mandar a la puta mierda", escribe en su diario.

La adolescente cambia de colegio tres veces en seis años, el último es un instituto público donde una profesora revela que apenas pisaba las aulas: "Solo vino a clase dos días, no solía venir al instituto".

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.