José Bono, quien era el cuarto secretario de la mesa del Congreso la noche del 23F, habla con Equipo de Investigación sobre el "miedo que pasó" aquel día. "Yo tuve mucho miedo, y miedo que pude ver acrecentado cuando acabó el golpe de Estado", recuerda, tras lo que cuenta un dato "que no se ha publicado": "Había 12 fusiles con bayoneta calada que estaban arrinconados en la salita anterior al Salón de Ministros del Congreso". "¿Para qué llevaron allí unos fusiles con bayoneta calada?", se pregunta.

El único que hizo frente a los golpistas el 23F fue un militar como ellos: el vicepresidente Gutiérrez Mellado. Tejero decidió disparar hacia al cielo del Congreso, y le siguió una ráfaga de uno de sus hombres. En ese momento, Adolfo Suárez se mantuvo sentado en el escaño.