Con solo 13 años, David Guerrero es considerado todo un portento de la pintura en Málaga, un niño con un gran potencial llamado a ser el futuro Picasso. De forma progresiva, sus cuadros van adquiriendo fama hasta que consigue que su última obra se exponga en una galería de arte.

Durante la inauguración, en la primavera de 1987, un periodista le propone hacer una entrevista unos días después. El menor accede, sin embargo, cuando sale de casa se pierde su rastro para siempre.

Las manos del niño pintor de Málaga se cotizan caras, sobre todo en los círculos religiosos. Sin embargo, él no es consciente y regala sus cuadros. "Cuando nos llegó el cuadro nos quedamos con la boca abierta, era un reflejo del Cristo, el niño tenía unas cualidades impresionantes", relata Emilio Betes, miembro de la hermandad del Santo Sepulcro.

El niño pintor es generoso con su obra, pero deja muestras de su particular carácter. María Ramos, exdirectora de su colegio recuerda que él le dijo que solo pintaba cuando veía algo que le gustaba: "Parecía un adulto, sus compañeros decían que él hablaba mucho con los mayores porque en la academia donde pintaba había muchos adultos".

La Policía investiga el mundo de adultos en el que se mueve el niño pintor, pero no encuentra nada. Juan Antonio O'Donell, exinspector de Policía, sostiene que "se buscó en varios países", hasta se fue a Portugal porque habían visto un niño que pintaba en la calle y que se parecía a él. Sin embargo, no era él.

No obstante, el exinspector de Policía asegura que hubo una pista que "no se pudo agotar por distintos escollos que fueron surgiendo". Tres años después de la desaparición, la camarera de un hotel declaró ante la Policía que en la habitación de un ciudadano suizo encontró una servilleta en la que estaba anotado el nombre del menor y el barrio en el que vivía.

Los agentes consiguen una imagen del hombre suizo y coincide, aparentemente, con una caricatura que el niño pintor de Málaga dio a una amiga.

Dibujo del niño pintor de Málaga y ciudadano suizo investigado por la Policía en el caso

Este hombre, según detalla el exinspector O'Donell, "por sus tendencias estéticas, se dedicaba a fotografiar a los niños por la calle, pidiéndoles permiso, y guardaba sus fotografías en la habitación del hotel".

A pesar de los esfuerzos de la Policía, únicamente se pudo investigar las pertenencias de este señor en Suiza porque murió en Marruecos y las autoridades del país no autorizaron la investigación. La mala suerte deja esta pista en un callejón sin salida.

Por otro lado, Equipo de Investigación recorre los últimos pasos del niño pintor de Málaga antes de que desapareciera para siempre. Puedes verlo en el vídeo que se incluye a continuación.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2017 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.