En los últimos 15 años la población de lagartos ha disminuido un 22% en Canarias. Los gatos callejeros se los comen. Estos animales suponen un riesgo que podría cambiar las islas porque han puesto en peligro de extinción a más de 30 especies.

Los gatos fueron introducidos en las islas para erradicar la peste que transmitían las ratas y 500 años después son una especie invasora muy dañina.

El 39% de las especies animales canarias solo se pueden encontrar en estas islas.

Equipo de Investigación viaja hasta La Graciosa, donde la plaga de gatos se ha descontrolado. Sus 718 vecinos conviven con 100 felinos sin dueño. Grupos ecologistas denuncian que los gatos callejeros están acabando con las aves del lugar.